sábado, 31 de diciembre de 2011

El uniforme de D. Pedro Velarde

Capitán de la Secretaría del Estado Mayor del Real Cuerpo de Artillería

A la hora de empezar a pintar la figura, suelo recopilar imágenes que me puedan aportar datos sobre los colores a usar en el uniforme. En esta ocasión, tras ver y recopilar imágenes de Pedro Velarde, he podido comprobar que teníamos dos opciones.
Extrayendo de forma literal del libro “Uniformes Militares Espanoles (1.808-1.814)” de  Jose María Bueno, editado en 1.982,  rescatamos: “Esta figura es una reconstrucción con base en las descripciones de los Estados Militares de 1.808 y en una casaca, perteneciente al heroico capitán don Pedro Velarde, que se guarda en el Museo del Ejército de Madrid.

Es interesante hacer notar que el cuello es vuelto y que tiene, además de la bomba, un bordado al borde; la cartera es  “a la walona” con 4 botones.”
La casaca, de cuello y solapas moradas de terciopelo, es la utilizada por el Estado Mayor de Artillería de gala. En esta, comparten colores con Ingenieros, pero mientras que Ingenieros cuenta con el torreón, en el caso de Artillería aparece
la bomba. 

Para diario la casaca perdía ese color morado en cuello
y solapas
para ser verde por completo, como se puede observar en otras figuras o incluso en la casaca que se expone en el Museo del Ejército de Toledo.
Además, los oficiales podían vestir chaleco y calzón blancos, siempre que no estuvieran de servicio.
Al final me he decido por la propuesta que se hacía desde la propia figura, simplemente por gusto.





viernes, 30 de diciembre de 2011

Pedro Velarde y Santillán


Pedro Velarde y Santillán nació en Muriedas, en el Valle de Camargo (Cantabria), en la casona-palacio de los Velarde.
El 16 de octubre de 1.793, a los 14 años, ingresó como cadete en el Real Colegio de Artillería de Segovia. Terminó sus estudios como número 2 de su promoción y recibió un ascenso al grado de subteniente el 11 de enero de 1.799.
En 1.801 fue destinado al ejército que operaba en Portugal. El 12 de julio de 1.802 ascendió al grado de teniente y el 6 de abril de 1.804 al de capitán. El 1 de agosto de ese mismo año entró como profesor de la Academia en la que había estudiado. Era un auténtico experto en la medición de la velocidad de los proyectiles. Permaneció como profesor hasta el 1 de agosto de 1.806, fecha en la que, con sólo 27 años, es nombrado ayudante de Godoy, Generalísimo y Príncipe de la Paz, y llega destinado a Madrid. Además, como oficial del Estado Mayor de Artillería, ocupa la importante vacante de secretario de la Junta Superior Económica del Arma, puesto que le proporciona información privilegiada sobre los recursos y la organización militar de España.
Cuando Murat, el Gran Duque de Berg, llega a Castilla, Godoy le envía a su encuentro con la velada misión de explorar las verdaderas intenciones del francés. Masón e ilustrado, como su compañero Daoíz, siente una viva simpatía por el Emperador francés, a quien considera el gran valedor de la libertad y la independencia de los hombres y un genio de la guerra.
Sus grandes cualidades personales y su puesto como secretario de la Junta, no pasan desapercibidas a Murat, que intenta atraerlo a su bando. Para ello se vale de un edecán del general de la artillería francesa, La-Riboisière, a través del cual le invita varias veces a su mesa. Velarde acepta en dos ocasiones, pero elude firmemente todas las propuestas que se le hacen para pasar al servicio de Napoleón, arguyendo que "no podía separarse del servicio de España sin la voluntad expresa del rey, de su cuerpo y de sus padres".
Levantamiento del 2 de mayo
Tras el fracaso de su plan de levantamiento general urdido con Luis Daoíz, ya en 1808, Velarde siguió en su destino hasta que,  a media mañana del 2 de mayo de 1808, Velarde, conmocionado al enterarse de los sucesos ocurridos en el
Palacio Real, se levanta enfervorecido de su mesa gritando: “Es preciso batirnos; es preciso morir; vamos a batirnos con los franceses” y se dirige al cuartel del Regimiento de Infantería de Voluntarios del Estado, en la calle Ancha de San Bernardo. Allí, con el pretexto de contener al gentío que se agolpa en las puertas del Parque de Artillería pidiendo armas, logra convencer al coronel de que le deje una compañía, entre cuyos subalternos se encuentra el teniente Jacinto
Ruiz. Se dirigió al Parque de Artillería de Monteleón, en el que desarmó a la guardia francesa que vigilaba que los españoles no fabricaran más munición de la normal, convenció a Daoíz de que era necesario dar armas al pueblo y entre ambos prepararon la defensa del cuartel. Durante la defensa del Parque, actuando a las órdenes de Daoíz como su segundo, prodiga sus conocimientos tácticos y actúa con absoluto desprecio de su vida en todos los sangrientos combates.
En la última oleada enemiga, ya habiendo caído Daoíz, cruzando el patio por una zona batida por el fuego de fusilería de la Guardia Noble polaca, recibe un balazo en el pecho que le atraviesa el corazón. Velarde muere casi instantáneamente. Su cuerpo, profanado después por la soldadesca francesa, codiciosa del buen paño de su casaca verde del Estado Mayor de Artillería, es encontrado semidesnudo entre los demás cadáveres. Envuelto en una tienda de campaña, será conducido al anochecer a la parroquia de San Martín y amortajado con un hábito franciscano de limosna, prestado por un caritativo desconocido.

Velarde fue enterrado en la iglesia de San Martín esa misma noche junto a Daoíz y otros soldados españoles.

El 2 de mayo de 1814, sus restos fueron trasladados, junto con los de Luis Daoíz, a la colegiata de San Isidro el Real como homenaje a su sacrificio. Hoy reposan en el cenotafio que en su honor se erigió en 1840 en el Monumento a los héroes del Dos de Mayo del Paseo del Prado de Madrid.
Los dos leones de bronce que adornan la entrada principal del Congreso de los Diputados en Madrid, fundidos en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla, reciben los nombres de "Daoíz y Velarde" en honor a ambos militares españoles. Asimismo, cabe destacar, el monumento que en recuerdo de los dos principales baluartes de la resistencia del 2 de mayo se levantó en la plaza de acceso al Alcázar de Segovia.


sábado, 24 de diciembre de 2011

XXX EXPOSICIÓN DE NAVIDAD


Un año más, la Asociación de Miniaturas de Dos de Mayo, expone en el Museo de la Ciudad de Madrid, del 13 de diciembre de 2.011 al 13 de enero de 2012 toda una colección de miniaturas militares. Sin embargo, este parece no ser un año más para esta asociación, 30 años no se cumplen todos los días. "30 años de exposiciones", pues es lo que recoge esta exposición. Otros aniversarios que se ven reflejados en la muestra: 300 años del Arma de Ingenieros, 200 años de la creación de la medalla de San Fernando, 100 años del cuerpo de Regulares y 25 años de la mujer en el ejército.


Solo daros las gracias, felicitaros y ....
FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2.012







sábado, 19 de noviembre de 2011

Vídeo Recreaciónes en miniatura de 4 escenas de la batalla de La Albuera de 1811 para conmemorar el bicentenario. Realizado por Recreacioneshm.


 

sábado, 29 de enero de 2011

Los franceses y sus aliados en España 1.808-1.814

Otro libro del Maestro Jose María Bueno y editado por Falcata Ediciones. Curioso libro por lo especial de la uniformidad francesa en tierras peninsulares y curioso también por la correalización de Bueno y Henry Achard. El que esta edición sea en inglés y español da también un punto especial al libro. Además da una idea de la participación de otras naciones en aquella guerra en la que sin ser llamada mundial acogía a personas de tan diversas nacionalidades como alguna otra posterior. Recoge también láminas de tropas que conformados por españoles dieron apoyo al ejército napoleónico.
Es un clásico para todos aquellos aficionados a la uniformalogía de esta época y referencia, como otros tantos para quienes nos gusta la miniatura que reproduce aquellos soldados enfrentados en aquellos años.
Esta edición de “Los Franceses y sus Aliados” está impresa en Madrid en el año 1.996.

jueves, 6 de enero de 2011

Batalla de Bailén. El Águila Derrotada.

Los números 21 y 22 de la colección "Guerreros y Batallas" recogen en dos tomos la Batalla de Bailén. Editado por Almena en Madrid en el 2.005 y titulado: " Bailén 1.808. El Águila Derrotada". El autor de texto e ilustraciones es el ya conocido por todos Francisco Vela. Como en casos anteriores bien ilustrado con uniformidad de los dos ejércitos que participaron en la contienda y a sabiendas de lo famoso de la primera batalla en al que los franceses son derrotados en campo abierto, recorre acontecimientos y anteriores y posteriores al encuentro en Bailén a través de los personajes, la propia batalla y las consecuencias para ambos bandos. También cuenta con dos croquis: de la batalla de Bailén y de la acción de Menjíbar, que sitúan bastate bien los dos momentos. 
Es un relato en el que no se enaltece mediante leyenda la batalla ni la acción de los contendientes, con lo que se intenta ajustar a hechos certeros, consiguiendo trasladar una imagen del momento, los personajes y sus circunstancias.
Un libro interesante de tener para todos aquellos interesados tanto en al época como en la reproducción de la batalla en dioramas o incluso trasladarla a wargames.
 

Desde donde