
finales de 1.807 y luego un tercero a principios de 1.813. Finalmente, el 6 de abril de 1.813 se añadió un segundo regimiento, estableciéndose sus efectivos en tres batallones de cuatro compañías.
La militarización de los conductores tuvo como resultado la utilización de la artillería de manera ofensiva. Ya no se dejaban los cañones en un extremo del campo de batalla y eran arrastrados por los artilleros hasta su posición definitiva.
Ahora eran llevados a su emplazamiento remolcados mediante un armón o avantrén tirado por caballos, mientras que los sirvientes de la pieza se desplazaban a pie. Este avantrén o armón era una estructura triangular de madera que incluía un par de ruedas unidas a una lanza de tiro.
Este avantrén portaba cajas de municiones y respetos, lo que le permitía una disponibilidad de entrar en combate inmediatamente. En escasas ocasiones se añadían asientos para los sirvientes, siendo casi excepcional.

Los conductores de las baterías montadas llevaban botan y pantalones húsares con galones rojos, granadas rojas en las vueltas y a veces ribetes rojos.

Los oficiales llevaban los cordones del chacó plateados, chaquetas de faldones largos y charreteras plateadas. Usaban sables similares a los de los dragones.
A principios de 1.805, los caballos de tiro tenían una piel blanca de carnero con una cenefa gris oscuro con ribete blanco.
Los caballos de los trenes de artillería a caballo tenían unas gualdrapas de caballería ligera azul oscuro con una cenefa roja y grandas rojas en las esquinas, y unas maletas azul oscuro.
En la figura, el conductor luce, en bandolera, la giberne en cuero negro, que a veces lleva el águila imperial de latón. A la espalda, sobre la silla, el portamantas orlado de blanco. La silla es de almohadón de piel de carnero sobre gualdrapa azul orlada de blanco.
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